Cuando se trata de climatizar una vivienda, la elección del sistema adecuado puede marcar la diferencia en tu confort diario, tu factura energética y tu compromiso con el medio ambiente. Tradicionalmente, muchas viviendas han optado por calderas de gas, ya sea natural o propano, como fuente de calefacción y agua caliente sanitaria. Sin embargo, en los últimos años ha surgido una alternativa eficiente, sostenible y con cada vez más presencia: la aerotermia.
Pero, ante la pregunta clave —aerotermia o caldera de gas: ¿cuál es mejor para tu vivienda?—, no hay una única respuesta. Todo depende de varios factores: el tipo de vivienda, el clima de la zona, el consumo energético, la inversión inicial que puedes afrontar y, por supuesto, tu visión a largo plazo.
En este artículo te ayudamos a tomar una decisión informada analizando las diferencias, ventajas y limitaciones de cada sistema.
¿Qué es una caldera de gas?
Una caldera de gas es un sistema que quema gas (natural o propano) para calentar agua que luego se distribuye por el circuito de calefacción y los grifos de agua caliente sanitaria. Las calderas de gas son comunes en edificios antiguos y viviendas unifamiliares, y existen versiones de condensación que aprovechan el calor del vapor de agua generado en la combustión, lo que mejora su eficiencia respecto a modelos antiguos.
¿Qué es la aerotermia?
La aerotermia es una tecnología basada en una bomba de calor de última generación que extrae energía del aire exterior (incluso con temperaturas bajas) y la convierte en calor para calefacción, agua caliente y, en algunos casos, también refrigeración. Utiliza electricidad para funcionar, pero consume hasta 4 veces menos que los sistemas eléctricos convencionales. Es una fuente de energía renovable reconocida por la Unión Europea.
Eficiencia energética: ¿qué sistema consume menos?
En este aspecto, la aerotermia gana claramente. Mientras que una caldera de gas tiene un rendimiento cercano al 90-95 %, la aerotermia puede alcanzar coeficientes de rendimiento (COP) de entre 3 y 5. Esto significa que por cada kWh de electricidad que consume, genera entre 3 y 5 kWh térmicos.
Es decir, la aerotermia produce más energía de la que consume, gracias a que gran parte de esa energía la extrae gratuitamente del aire. A largo plazo, esto se traduce en un ahorro considerable en tu factura energética, sobre todo si combinas la aerotermia con una instalación de placas solares para generar tu propia electricidad.
Coste de instalación: ¿cuál requiere más inversión?
Aquí es donde las calderas de gas siguen teniendo cierta ventaja. Instalar una caldera de gas suele costar entre 1.500 € y 3.000 €, dependiendo del modelo y si ya existe una red de gas instalada. En cambio, la aerotermia requiere una inversión inicial más alta, que puede oscilar entre 6.000 € y 12.000 €, en función de la potencia, el tipo de equipo y si se combina con suelo radiante o radiadores.
No obstante, la aerotermia se amortiza en menos de 10 años gracias al ahorro energético, las subvenciones disponibles y los menores costes de mantenimiento. Además, es un sistema más duradero y estable en cuanto a costes operativos.
Mantenimiento y vida útil: ¿cuál da menos problemas?
Las calderas de gas requieren revisiones periódicas obligatorias por normativa, al trabajar con combustibles fósiles. Estas revisiones garantizan la seguridad de la instalación y su eficiencia, pero suponen un coste anual y riesgos si no se realiza correctamente.
Por otro lado, la aerotermia es un sistema más limpio, sin combustión ni riesgo de monóxido, lo que implica un menor mantenimiento. La vida útil de una bomba de calor aerotérmica bien cuidada supera los 20 años, mientras que las calderas de gas suelen tener una durabilidad algo menor.
Emisiones y sostenibilidad: ¿qué opción es más ecológica?
La aerotermia es claramente más respetuosa con el medio ambiente. No emite gases contaminantes en su funcionamiento y utiliza una fuente renovable: el aire. Si además se alimenta con energía solar, se convierte en una solución de cero emisiones.
Las calderas de gas, en cambio, utilizan un combustible fósil, lo que implica emisiones de CO₂ y otros contaminantes. Aunque las de condensación son más eficientes, no pueden competir con el bajo impacto ambiental de la aerotermia.
¿Y si necesito refrigeración en verano?
Otro punto fuerte de la aerotermia es su capacidad reversible. Muchos equipos permiten no solo calentar en invierno, sino también refrescar en verano, funcionando como un sistema de climatización todo en uno. Esto elimina la necesidad de instalar un aire acondicionado por separado.
Las calderas de gas, en cambio, solo sirven para calefacción y agua caliente. Si necesitas refrigeración, tendrás que añadir otro sistema, con su correspondiente coste e instalación.
¿En qué viviendas es mejor instalar aerotermia?
La aerotermia es ideal para:
- Viviendas unifamiliares o pareadas con espacio exterior.
- Hogares que quieran reducir su consumo y emisiones.
- Nuevas construcciones o reformas completas.
- Familias que buscan una solución a largo plazo y valoran el confort sostenible.
- Viviendas con suelo radiante o radiadores de baja temperatura.
No obstante, también puede instalarse en pisos, siempre que haya espacio para la unidad exterior y autorización de la comunidad.
¿Y en qué casos es preferible optar por caldera de gas?
Puede ser más recomendable instalar o mantener una caldera de gas si:
- Ya cuentas con red de gas instalada y no quieres afrontar una inversión inicial elevada.
- Tu vivienda está en una comunidad con calefacción central a gas.
- No dispones de espacio exterior para instalar una bomba de calor.
- El clima de la zona tiene inviernos extremadamente fríos donde la aerotermia puede requerir un sistema de apoyo (aunque los equipos actuales rinden bien incluso con -10 °C).
Subvenciones y ayudas disponibles en 2025
Uno de los factores clave para decidirse por la aerotermia en 2025 son las ayudas públicas disponibles. Existen subvenciones de fondos europeos (como Next Generation), autonómicas y locales que cubren hasta el 40 % o 50 % del coste de la instalación. También es posible beneficiarse de deducciones fiscales y bonificaciones en el IBI.
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¿Cuál es mejor para tu vivienda?
La elección entre aerotermia o caldera de gas depende de tus prioridades. Si buscas máximo ahorro a largo plazo, sostenibilidad y un sistema eficiente, la aerotermia es la mejor opción, especialmente si puedes integrarla con placas solares. Requiere más inversión inicial, pero el retorno económico, el confort y el valor añadido a tu vivienda lo justifican.
Si por el contrario necesitas una solución económica a corto plazo, vives en una zona con red de gas o tu vivienda no permite la instalación de una unidad exterior, puede que una caldera de gas siga siendo una opción válida, aunque con menor eficiencia y menos futuro.
Conclusión
En un momento en el que el precio de la energía cambia constantemente, las emisiones importan cada vez más y buscamos tecnologías más limpias y duraderas, la aerotermia se posiciona como la solución más completa para climatizar una vivienda en 2025.
Confort, ahorro, sostenibilidad y versatilidad se unen en un sistema que no solo calienta, sino que también enfría, se integra con energías renovables y te prepara para el futuro energético que ya está aquí.
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